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Sumérgete en una travesía imaginaria mientras exploramos cómo habría sido la planificación de las líneas del metro en el Santiago colonial. Viajando al pasado pero con la conciencia del futuro, para reinterpretar la ciudad de antaño y vislumbrar cómo los desafíos y necesidades de esa época podrían haber dado forma a un sistema de transporte público único.

Delimitaremos el Santiago colonial, con sus calles empedradas, plazas y edificaciones de la época, para comprender su disposición urbana y la dinámica cotidiana de sus habitantes. Pero si sólo pensamos en el metro en sus inicios en los años 70 y lo que tenemos 50 años después, la diferencia es abismante.

Lo más importante es conocer cuáles serían las necesidades de transporte de españoles e indígenas y si la mayor parte de las rutas se hacían a caballo o caminando, los tiempos de traslado eran sumamente prolongados. Sin embargo, las necesidades de transporte que habrían surgido en esa época, como la conexión entre los barrios, mercados y lugares de importancia cultural y religiosa, se resolvían dentro de distancias cortas.

Estaciones de metro en Santiago colonial

Imagen futurista con muchas rutas que convergen pero con un reloj de fondo que sugiere que el tiempo puede retroceder fácilmente

En la época hay severas limitaciones tecnológicas y de materiales, que más allá de favorecer, ofrecerían fuertes impedimentos en este juego imaginativo de planificación de un sistema de transporte subterráneo, pero si hablamos sólo de planificación y no de la concreción de sus estaciones probablemente los centros estratégicos seguirían siendo muy parecidos, como Estación Moneda (ubicada en Alameda con Teatinos); Estación Plaza de Armas (ubicada en la plaza que conserva su posición original), Estación Cal y Canto (más cercana al río Mapocho).

La topografía del terreno habría influido en la traza de las líneas del metro, buscando soluciones prácticas para superar obstáculos naturales e integrarse armoniosamente con la arquitectura colonial, conservando la estética de la época. Esto porque el plano de antaño no ha cambiado sustantivamente, el plano fundacional de Santiago colonial y el plano actual son bastante similares, ambos entorno a la Plaza de Armas.

La planificación del metro en el Santiago colonial es un ejemplo fascinante de cómo el progreso y la modernidad se entrelazan con el legado histórico de una ciudad.

 

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