Es un Casorio innovador semiformal. Este tipo de matrimonios suelen ser el estilo favorito de aquellas parejas de novios con una personalidad relajada y con fascinación por el contacto con la naturaleza y la vida campestre o incluso por las costumbres típicas chilenas.

Para este tipo de novios la ceremonia del matrimonio es un reflejo fiel de sus sentimientos, valores y gustos. La organización está en manos de la pareja, la que vive el período de preparación como una aventura y un desafío. . Los novios habitualmente acuden a la fiesta de un modo particular ideado por ellos, en un caballo, siguiendo la ruta de las velas, en una carreta tirada por animales, etc.

Las formalidades y protocolos tradicionales no son considerados. Los asistentes no son invitados por “compromiso”, por lo que suelen ser matrimonios íntimos, con la presencia de la familia cercana y los amigos.

Los asistentes son invitados a ser parte de una experiencia distinta.

La ceremonia y recepción, se realizan fuera de la ciudad como en alguna parcela, campo o casona patronal. La recepción se caracteriza por su frescura y sencillez.

En la cena o comida, el sabor y lo simple es lo importante por lo que un asado acompañado de buen vino, pueden ser los protagonistas en la mesa.

Tiene alcances diversos y se presta para dejar volar la imaginación. Habitualmente los novios prefieren llegar montando a caballo, o caminando a un costado de su caballo llevado de las riendas…ambos por distintas rutas hasta que se encuentran en el camino señalado hacia el altar

Hay etapas en la ceremonia muy simbólicas y emotivas, los novios expresan palabras de mucho significado, mostrando sus sentimientos y su promesa de amor.

Suele ser una celebración prolongada, con una fiesta que dura desde el mediodía hasta altas horas de la noche. Acompañada siempre de música en vivo como: percusión, violín guitarra o acordeón. Al finalizar la noche se prenden fogatas que permiten reunir a las personas a su alrededor.

¿Se complica la vestimenta?

El hombre utiliza un atuendo más cómodo que le permita montar y estar en contacto con la tierra, participar de juegos y destrezas. El vestuario puede ser diverso, algunos optan por ocupar camisa y chaqueta más formal pero jeans en reemplazo de un pantalón de tela. Otros prefieren utilizar ponchos o mantas típicas. Los zapatos habitualmente se reemplazan por botas.

La novia se viste con un vestido simple pero hermoso. Cualquier modelo que no sea muy recargado puede ser perfecto para una boda en el campo. Lo que si siempre hay que tener en cuenta es el entorno del lugar por las dificultades del terreno y además la climatología. El ramo deberá ser muy natural y desenfadado, como dando la sensación de que acabamos de coger las flores del campo de al lado. Añadiendo a las flores principales algunas ramitas.